
Nuca
Nuca y su hermano Jackie fueron los únicos de su camada que se quedaron sin hogar, así que acabaron en nuestro albergue.
Ella era más tímida y se escondía más, pero con ayuda de nuestras voluntarias empezó a dejarse mimar si ibas despacito y a ronronear como una locomotora. Ahora ha tenido la gran suerte de encontrar un hogar donde la adoren y esperamos que su hermanito tenga pronto la misma suerte.