La experiencia de Isa
Alma de gato.
Este es el título de un libro que cuenta historias de amor y cariño entre una serie de gatos y sus dueños, y aunque mi historia no está incluida en este libro, (no somos tan famosos), yo también tengo una historia de amor y cariño que contar.
Fue lo primero que vi, incluso antes de entrar al albergue, estaba allí, sentado en la ventana de Disney, tomando el sol junto un amiguete de color negro (neko) y amasaban los dos como si les fuera la vida en ello.
Me llamó la atención la paz que emanaba de sus cuerpecitos peludos, allí, tranquilos, ronroneando como dos motocicletas recién encendidas y amasando y amasando, como si estuvieran a punto de hacer pan para toda una comarca.
Se podría decir que fue amor a primera vista. Llegó a mi vida un 22 de noviembre y a mi casa un 4 de diciembre. Es el mejor regalo que me han hechojamás.
Si tengo que ser crítica y sincera, ajustarme a los ojos de aquel que le ve por primera vez y no sabe nada de su vida, de su carácter o de su naturaleza, admito que él es muy normal.
No es alto, no es bajo, no es gordo ni flaco. Tampoco es blanco ni negro, más bien es un una mezcla de todo ello. Un poco alto, un poco bajo, un poco gordo y un poco flaco, y por supuesto es blanco y negro.
Esto, es decir, su colorido, puede fácilmente confundir a cualquiera, y no es difícil llegar a pensar que verdaderamente los gatos blanco y negros son los que me apasionan, dado que mi otra gata, mi arisquita preferida, es blanca y negra. Podría incluso decirse que mis gatos son hermanos ya que hay quien no es capaz de distinguirlos… pero no, esa es solo una casualidad de esas que hay en la vida.
Su pérdida fue atroz y verdaderamente sentía que aquella vida, tan nueva y tan fugaz, no podía perderse así porque sí. Desde luego no podía recuperarlo, pero pensé que si bien él ya no estaba con nosotros, sí su recuerdo, y que quizá aquella pérdida tan grande y tan dolorosa, podía ser en beneficio de alguien, quizá otros gatos que no tuvieran suerte, como él, y estuvieran a la espera de un hogar donde poder dar todo aquello que ALEX no había dado a nosotros. Así que me puse a buscar asociaciones, preferiblemente de gatos. Y allí estaba LA GATERA. Un nombre perfecto para un fin que me demandaba mi corazón, ayudar a otros gatitos, por lo menos esto parecía dar un poco de sentido a todo el dolor que nos trajo su marcha tan dramática y repentina.
Y el primer día que me acerque al albergue, a conocer a los gatos que viven allí, lo vi tan dulce, tan tierno, esperando a que alguien reparase en su bondad y su buenura, porque eso es mi PICHON, es gatito dulce y bueno, mi pedazo de corazoncito que me quiere y me despierta por las mañanas, y que ronronea y amasa en mi espalda, en mi tripa en mi corazón y en mi alma.
Es paciente con mis hijas, incluso con mi otra gata, que tiene su genio y tan pronto le quiere como no soporta compañía de ser alguno en este mundo.
Solo puedo dar gracias a las chicas de la gatera, las que lo recogieron y cuidaron con todo el amor y el cariño que ahora mi gatito me da a mí.
Muchas gracias de corazón porque mi vida sin él no sería la misma, y eso os lo debo a vosotras que fuisteis su familia antes de que él fuera familia mía.
En el albergue tenemos muchos gatos que están esperando una oportunidad, un amor a primera vista o a segunda, que seguro dejará huella en vuestras vidas… no desaprovechéis esta oportunidad.
Llevo un año entero de AMOR incondicional y eso es una suerte que en estos días no es fácil disfrutar. GRACIAS.