Galleta

Galleta era una preciosa gata atigrada, hija de gatos callejeros, los últimos de una colonia que estábamos controlando. Si la hubiéramos dejado en la calle no hubiera podido sobrevivir, ya que ha llegado al albergue muy malita, con unos parásitos gigantes y raquítica de pasar hambre. Después de un tratamiento con alimentación especial y de los controles veterinarios necesarios, parecía que Galleta se estaba recuperando junto a su hermano negrito Tizón. Sin embargo, algo empezó a ir mal, dejó de comer y estaba aletargada, nuestra veterinaria se la bajo a la clínica para tenerla más controlada, realizarla una transfusión de sangre ya que tenia una anemia de caballo y diversas pruebas. Solo nos faltaban los resultados de toxoplasmosis, que era nuestra última esperanza y ya teníamos la medicación preparada. Si daba negativo ya por eliminación solo quedaba el PIF, que no tiene cura y es mortal. Pero su cuerpecito no ha podido luchar más. Solo nos queda el consuelo de que perdió el miedo al ser humano, empezó a disfrutar de los mimos y hemos luchado todo por ella. No pudimos hacer más y aún así pesa tantísimo….
Cada estrellita que sube al cielo nos parte el alma. Descansa pequeña, cruza el arcoiris donde ya no habrá dolor ni malos ratos. Sólo nos queda el consuelo de que finalmente hemos encontrado un hogar para tu hermanito negro Tizón.Te queremos pequeña.

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